(toma lo que gustes)

(toma lo que gustes)
"Yo te deseo la locura, el valor, los anhelos, la impaciencia. Te deseo el gusto por los cometas, por el agua y los hombres. Te deseo una mirada curiosa, una nariz con memoria, una boca que sonría y maldiga con precisión divina, unas piernas que no envejezcan , un llanto que te devuelva la entereza. Te deseo el sentido del tiempo que tienen las estrellas, el temple de las hormigas, la duda de los templos."

domingo, 27 de septiembre de 2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

-El problema era que nuestro pequeño círculo no podía durar eternamente. Y eso lo sabía Kizuki y lo sabía yo .
-Si te digo la verdad- siguió Naoko, - yo adoraba los defectos de Kizuki. Me gustaban tanto como sus virtudes. Él no tenía ni un ápice de astucia o de mala intención. Era débil, solo eso. Nunca quiso creerme cuando se lo decía. Siempre replicaba lo mismo. "Naoko, eso es porque estamos juntos desde los tres años y me conoces demasiado . Tú no puedes distinguir entre los defectos y las virtudes, confundes las cosas." Siempre me hablaba así. Con todo , Kizuki me gustaba y , aparte de él , no me gustaba nadie más.
Naoko se volvió hacia mí y me sonrió con tristeza.
-La nuestra no era la típica relación de pareja. Parecía como si nuestros cuerpos estuviesen pegados Si nos separabamos, una peculiar fuerza de atracción volvía a unirnos. Kizuki y yo nos hicimos novios de la forma más natural del mundo. Era algo que estaba fuera de duda, no había alternativa posible. A los doce años ya nos besábamos, y a los trece nos acariaciabamos. Yo iba a su habitación , o él venía a la mía y se lo hacía con las manos. No se me pasaba por la cabeza que fuésemos precoces. Sí el quería acariciar mis pechos , o mi sexo , yo no tenía nada que objetarle , y si él quería eyacular no me importaba ayudarlo.
Por eso , si alguien nos hubiera criticado por ello, creo que yo me hubiera sorprendido , o enfadado . ¡Vamos! Nosotros hacíamos lo que se suponía que debíamos hacer. Nos habíamos mostrado cada rincón de nuestros cuerpos , casí teníamos la sensación de compartir el cuerpo del otro. En fin , maduramos así , formando una unidad, tomados de la mano. Y apenas experimentamos las urgencias del sexo o las angustias del ego sobredimensionado que acompañan a la pubertad. Nosotros , como te he dicho antes, estábamos muy abierto respecto al sexo , en en cuanto al ego , como cada uno absorbía y compartía el del otro, no teníamos una conciencia muy fuerte de nosotros mismos.
-No podíamos estar separados. Si Kisuki viviera, seguiríamos juntos, amándonos y siendo cada vez mas infelices.
-¿Y eso por qué?
-Porque tendríamos que pagar nuestra deuda al mundo. El sufrimiento de madurar , por ejemplo. No abandonamos el importe en su momento y fue más adelante cuando nos pasó factura. Por eso Kisuki acabó como acabó y yo estoy ahora aquí. Fuimos igual que dos niños que viven desnudos en una isla desierta. Si tienen hambre comen un plátano , si se sienten solos duermen abrazados. Pero esto no puede durar eternamente. Crecimos deprisa y tuvimos que entrar en la sociedad.

H.Murakami

lunes, 7 de septiembre de 2009