martes, 18 de agosto de 2009
domingo, 9 de agosto de 2009
jueves, 6 de agosto de 2009
PENSAMIENTOS
Vosotros, los que esperáis con ansia la hora de una cita; los que contáis, impacientes, los golpes del reloj lejano , sin ver llegar a la mujer amada; vosotros, que confundís los rumores del viento con el leve crujido de la falda de seda , y sentís palpitar, apresurado , el corazón , primero de gozo y luego de rabia , al escuchar el eco distante de los pasos del transeúnte nocturno , que se acerca poco a poco , y al fin aparece tras la esquina , y cruza la calle, y sigue indiferente su camino; vosotros , que habéis calculado mil veces la distancia que media entra la casa y el sitio en que la aguardáis, y el tiempo que tardará , si ya ha salido , o si va a salir , o si aún se está prendiendo el último adorno para pareceros más hermosa: vosotros, que habéis sentido las angustias, las esperanzas y las decepciones de esas crisis nerviosas, cuyas horas no pueden contarse como parte de la vida, vosotros solo comprenderéis la febril excitación en que vivo yo , que he pasado los días más hermosos de mi existencia aguardando a una mujer que no llega nunca..
Gustavo Adolfo Bécquer
domingo, 2 de agosto de 2009
La poesía ocurre como un accidente, un atropello, un enamoramiento, un crimen; ocurre diariamente, a solas, cuando el corazón del hombre se pone a pensar en la vida.
Vista, sentida así, la poesía es una verdadera maldición -y, claro, por momentos, una verdadera bendición. Sólo quedamos tranquilos cuando deshuesamos el poema, cuando le rompemos el espinazo y, por supuesto, nunca lo logramos. Siempre continúan las malditas palabras tan fuertes, tan inamovibles, tan necesarias como el aire.
Jaime Sabines