(toma lo que gustes)

(toma lo que gustes)
"Yo te deseo la locura, el valor, los anhelos, la impaciencia. Te deseo el gusto por los cometas, por el agua y los hombres. Te deseo una mirada curiosa, una nariz con memoria, una boca que sonría y maldiga con precisión divina, unas piernas que no envejezcan , un llanto que te devuelva la entereza. Te deseo el sentido del tiempo que tienen las estrellas, el temple de las hormigas, la duda de los templos."

domingo, 2 de agosto de 2009

La poesía ocurre como un accidente, un atropello, un enamoramiento, un crimen; ocurre diariamente, a solas, cuando el corazón del hombre se pone a pensar en la vida.
Vista, sentida así, la poesía es una verdadera maldición -y, claro, por momentos, una verdadera bendición. Sólo quedamos tranquilos cuando deshuesamos el poema, cuando le rompemos el espinazo y, por supuesto, nunca lo logramos. Siempre continúan las malditas palabras tan fuertes, tan inamovibles, tan necesarias como el aire.

Jaime Sabines

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy pensaba en poesía mientras caminaba de regreso a casa. Pensé algo muy similar:ocurre diariamente, a solas...