(toma lo que gustes)

(toma lo que gustes)
"Yo te deseo la locura, el valor, los anhelos, la impaciencia. Te deseo el gusto por los cometas, por el agua y los hombres. Te deseo una mirada curiosa, una nariz con memoria, una boca que sonría y maldiga con precisión divina, unas piernas que no envejezcan , un llanto que te devuelva la entereza. Te deseo el sentido del tiempo que tienen las estrellas, el temple de las hormigas, la duda de los templos."

viernes, 29 de mayo de 2009

La misma pregunta se repite constantemente; tanto en la curiosidad colectiva de aquellos, como en mi cabeza infinitamente llena a veces de todo (y de nada). ¿A qué te dedicas? ¿A qué me dedico? Si supieran que me dedico a ver el tiempo evaporarse y después a verlo llover. Me dedico a observar, (hubiese querido responder tantas veces), pero esos rostros emiten todo menos discreción. Ellos alimentan su apetito con respuestas insustanciales y dietéticas, ellos me divierten y yo los divierto con disfraces de “por el momento estudiante”, “lectora”, “hija, hermana, y amiga”, a veces pinto y me gusta escribir. Cualquier respuesta saciará el hambre de aquellos, y es que a ellos hay que derramarles respuestas breves, concisas y embusteras; de no más de cinco minutos y no menos de cuatro y medio .Un día solté una de seis, y a ella le sudaba el pensamiento de pensar que SU vida, repartida en fracciones de sesenta segundos, se le gastaba más rápido que su última quincena.
Yo la observaba y reía.
Algunas tardes mientras me dedicaba, a lo que solo ustedes y yo sabemos, me empapaba de ego autocalificándome como erudita de mi oficio. Andaba por las calles, paseándome una y otra vez por las mismas esquinas y los mismos cafés, solo con la vana fantasía de que alguien se acercara a mí con intención de una plática breve de cualquier tipo que desembocara en aquella pregunta, “¿y a que te dedicas?”, yo contestaría cualquier cosa y daría la media vuelta para seguir mi camino vanidosa de saber que mi mirada no dejó escapar ninguna sospecha de mi verdadera identidad y mucho menos de mi secreta profesión.
Yo me observaba y reía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acuérdese que, antes que otra cosa, yo le preguntaré si quiere bailar. Quizás durante el baile pregunte a qué se dedica, aunque esto y nuestras pláticas han explicado suficiente.
No sé por qué me desperté a las cinco de la mañana pero, definitivamente, esto es algo harto bueno para comenzar el día.
Abrazo.

Madame DeLinsky dijo...

"Ver el tiempo evaporarse y después a verlo llover" esa frase no tiene madre :) te amoooo estoy feliz de estar de vuelta